CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE DIENTES
La falta de uno o varios dientes provoca todo tipo de inconvenientes para la salud dental, tanto a nivel estético como funcional:
La falta de dientes provoca problemas evidentes a nivel estético. En función del diente perdido, al sonreír puede verse el agujero de este diente que falta. Esto puede provocar grandes complejos al sonreír. Por otro lado, la falta de dientes favorece la acumulación de biofilm oral. Por ello es más fácil la formación de sarro alrededor de otros dientes, que también altera la imagen de la sonrisa.
Además la pérdida ósea que conlleva la falta de dientes provoca, con el paso del tiempo, la deformación de los rasgos faciales. La principal consecuencia es el hundimiento del labio.
Problemas de masticación. La falta de uno o varios dientes tiene consecuencias sobre la dentadura y puede provocar la mala trituración de los alimentos. Esto también puede provocar problemas sobre las encías, que hacen más esfuerzo.
Pérdida de hueso. Es una de las principales consecuencias de la pérdida de dientes. Si la pieza perdida no se sustituye cuanto antes, se pierde más hueso maxilar y se acelera el desgaste dental.
Movilidad dental. El espacio que deja un diente perdido puede provocar con el tiempo que el resto de piezas dentales se muevan provocando deriva dental.
Consecuencias de la pérdida de dientes en el tiempo
Las consecuencias de la pérdida de dientes se produce a distintos niveles afectando tanto tu estética dental como en la capacidad funcional. Podemos agrupas las principales consecuencias de la falta de dientes en alteraciones faciales, alteraciones funcionales e intraorales.
Alteraciones faciales por la falta de dientes
Las consecuencias faciales de la falta de dientes son:
Disminución de la dimensión vertical.
Pérdida de soporte óseo para los tejidos peri-orales; labios distorsionados: Hundimiento labial, pérdida de expresión labial, boca ensanchada.
Pseudoprognatismo debido a que la mandíbula rotará en sentido antihorario sobre el eje intercondilar buscando la estabilidad que aportaban los dientes. Asimismo, los distintos mecanismos de reabsorción en ambos maxilares acentúan la discrepancia entre las dos arcadas (en el maxilar superior predomina la reabsorción en cara vestibular, mientras que en la mandíbula predomina la reabsorción en la zona lingual).
Las consecuencias funcionales de la falta de dientes son:
- Trituración insuficiente de los alimentos necesitando mecanismos compensatorios para su digestión.
- La pérdida de propiocepción y las diferencias morfológicas entre la prótesis y los propios dientes producen problemas dinámicos durante la masticación que obligan al paciente a aprender nuevos patrones de movimientos masticatorios.
- En el desdentado total se retrocede a un patrón de deglución infantil, utilizando los músculos peri-orales y la lengua para ofrecer apoyo a la mandíbula. La falta de estabilidad mandibular provoca una dificultad en la elevación de la hipo faringe con una mala deglución de saliva y bolo alimenticio, dando lugar a atragantamientos y alteraciones digestivas.
- Problemas de fonación. El desdentado total pronuncia mal los fonemas o sonidos linguo-dentales y labio-dentales.
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